La Policía Nacional de Ecuador ha llevado a cabo una operación de gran envergadura en la ciudad de Guayaquil, desentrañando un complejo de entrenamiento utilizado por grupos delictivos para adiestrar a sus sicarios. El descubrimiento tuvo lugar en el sector de Las Cumbres de la Balerio Estacio, un área previamente asociada con actividades criminales y violencia.

En la mañana del jueves 4 de abril de 2024, más de 150 agentes de la Policía Nacional intervinieron en el sector de Balerio Estacio, situado en el noroeste de Guayaquil. Esta operación fue liderada por Roberto Santamaría, jefe del Distrito Nueva Prosperina, quien destacó la gravedad de los delitos que se estaban cometiendo en la zona, incluyendo extorsión, reclutamiento de menores y secuestro.

Durante el primer punto de intervención, las autoridades allanaron cerca de 50 residencias. En una de estas viviendas, se descubrió a un individuo en posesión de armas de fuego, armas blancas, explosivos y un sofisticado sistema de videovigilancia. Este individuo, junto con otro habitante de la casa, fue detenido y vinculado al grupo delictivo conocido como Los Tiguerones. Santamaría explicó que el operativo fue desencadenado por una serie de muertes violentas recientes en la zona, lo que subraya la importancia de la acción policial para combatir la criminalidad en la región.

El acceso a las viviendas implicó atravesar un terreno difícil, marcado por tramos estrechos llenos de baches y fango. Además, las casas estaban ocultas detrás de un cerramiento de cañas, lo que sugería un intento deliberado de mantenerlas alejadas de la atención pública. La Policía Nacional reveló que estos inmuebles, en apariencia abandonados, eran utilizados como lugares de reclusión para personas secuestradas, subrayando la naturaleza insidiosa de las actividades criminales que tenían lugar en la zona.

Santamaría enfatizó el papel crucial que desempeñan las denuncias ciudadanas en la lucha contra el crimen organizado, señalando que la colaboración de la comunidad fue fundamental para el éxito del operativo. Además de los arrestos relacionados con actividades delictivas, durante la operación se detuvo a un tercer individuo en posesión de drogas, con vínculos con la organización delictiva Las Águilas.

A medida que la operación policial avanzaba, se descubrieron más casas deshabitadas que escondían secretos perturbadores. En su interior se encontraron restos humanos, así como un león que servía de tributo a un individuo conocido como ‘Fito’, junto con murales de significado ambiguo. Santamaría anunció la intención de notificar a la Alcaldía de Guayaquil sobre estos predios desocupados, con la posibilidad de tomar medidas para erradicar cualquier vestigio de actividad delictiva en la zona y restaurar la seguridad de la comunidad local.

En conclusión, la desarticulación de este campo de entrenamiento para sicarios representa un importante golpe contra el crimen organizado en Guayaquil. Este éxito destaca la determinación de las autoridades para combatir la delincuencia y proteger a los ciudadanos, y subraya la importancia de la colaboración comunitaria en la lucha contra el crimen.