La comunidad ecuatoriana en Estados Unidos atraviesa momentos difíciles debido a las estrictas políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump. Las redadas, deportaciones y medidas más severas han puesto en evidencia los desafíos que enfrentan los migrantes de esta nacionalidad.
Datos sobre las deportaciones
Hasta el 24 de enero de 2024, la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) informó sobre la detención de 593 personas de diversas nacionalidades durante redadas recientes. Aunque no se ha especificado cuántos ecuatorianos están en este grupo, los registros de ICE señalan que 31,252 ciudadanos ecuatorianos tienen órdenes finales de deportación. Estas personas ya han agotado todas las posibilidades legales y enfrentan una inminente salida forzosa del país.
William Murillo, director de 1 800 Migrante, explica que quienes no cumplieron con las órdenes judiciales de abandonar Estados Unidos quedan en calidad de indocumentados, sujetos a detención y deportación permanente. Según Murillo, semanalmente entre dos y tres vuelos parten hacia Ecuador con migrantes deportados. «La orden judicial de deportación es definitiva y no tiene caducidad», recalca.

Impacto social y económico
El endurecimiento de las leyes migratorias afecta tanto a quienes están en proceso de regularizar su situación como a aquellos que ya enfrentan la deportación. Murillo destaca que las consultas legales en su oficina se han duplicado, ya que los ecuatorianos buscan opciones como solicitudes de asilo, doble nacionalidad u otras alternativas para permanecer en Estados Unidos.
En el aspecto económico, las políticas podrían disminuir las remesas enviadas a Ecuador, lo que afectaría tanto a las familias que dependen de ese ingreso como a la economía ecuatoriana en general. La abogada Ivonne Téllez, especialista en derecho internacional, advierte también sobre el impacto en la economía estadounidense, donde la fuerza laboral migrante juega un papel clave en diversos sectores productivos.
Además, Téllez resalta que las deportaciones masivas suponen un desafío significativo para el gobierno estadounidense en términos de recursos logísticos, humanos y financieros, haciendo que cumplir las metas anunciadas por Trump sea complicado.
Nuevos riesgos y efectos disuasivos
Aunque las medidas más estrictas podrían desmotivar a algunos latinoamericanos de intentar migrar a Estados Unidos, no detendrán a todos. Muchas personas seguirán asumiendo riesgos extremos, recurriendo a redes de tráfico de migrantes y atravesando rutas peligrosas, como la selva del Darién, con tal de buscar un futuro mejor.
Por otro lado, algunas promesas de militarización de fronteras, escuelas y hospitales, hechas por Trump, han sido catalogadas por expertos como exageraciones. Aunque el mandatario prometió deportar a ocho millones de migrantes, las cifras de su primer mandato, con 1.7 millones de deportaciones en cuatro años, hacen que esta meta parezca inalcanzable.
Un camino lleno de desafíos
Las políticas migratorias actuales están transformando las dinámicas de movilidad y afectando a comunidades enteras. Para los ecuatorianos en Estados Unidos, el temor a la deportación y las dificultades legales y económicas son solo algunos de los retos que enfrentan.
Pese a los riesgos y restricciones, muchos migrantes continúan persiguiendo el sueño de una vida mejor. Aunque el panorama es complejo, su determinación refleja la esperanza que los impulsa a superar cualquier obstáculo.
Fuente:
Ecuador